En el aeropuerto, la canciller alemana Ángela Merkel fue recibida con honores. Pero eso no sucedió en las calles. Los griegos protagonizaron ayer, en Atenas, una de las manifestaciones más fuertes de los últimos meses. Culpan a la alemana de forzar el ajuste que empobreció más a Grecia. Merkel fue a Atenas para respaldar la política del primer ministro, Antonis Samaras, que reconoció que los griegos están "sangrando", pero que se ceñirán a sus promesas de reformas para permanecer dentro del euro. Los manifestantes desafiaron la prohibición de protestar y coparon la plaza Syntagma. (Reuters)
Grecia, al desnudo, recibió a Ángela Merkel
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